El primer banquero de Venezuela
Por Pascual Serrano (*)
Leyendo los titulares de la prensa de ayer, 22 de mayo, sólo se puede llegar a la conclusión de que en Venezuela hay un empresario de apellido Chávez que compra bancos. Para los medios no es que el Estado venezolano haya comprado el Banco de Santander, ha sido Chávez quien ha sacado los millones de su bolsillo y se lo ha quedado. Es curiosa la sintonía de todos los medios: Agencia Afp: Grupo Santander vende a Chávez el Banco de Venezuela por 1.050 USD millones, El Mundo: Santander vende a Chávez su filial en Venezuela por 750 millones, Efe en Heraldo de Soria: El Santander acuerda la venta del Banco de Venezuela a Chávez, RTVE: El Santander vende a Chávez su filial en Venezuela por 750 millones, El País: El Santander vende su filial venezolana a Chávez por 750 millones.
Y, por si no fuera poco, El Mundo llega a titular Chávez se convierte en el primer banquero de Venezuela. Será el primer banquero y el primer médico y el primer maestro, porque ha desarrollado también la sanidad y la educación públicas. Y el primer ingeniero de carreteras si desarrolla la infraestructura viaria. De nada sirve que el presidente venezolano aclare lo obvio y diga que estas empresas que ahora se nacionalizan "no son propiedad de Chávez, ni del Gobierno, sino del colectivo".
Hubiera sido más lógico decir "el banco de Botín" en lugar del "banco de Chávez", porque antes de la venta sí que era de Botín, puesto que se trataba del principal accionista individual.
En El País del día siguiente, ya ni siquiera Chávez compra el banco, se lo entregan: "El Santander entrega el Banco de de Venezuela a Chávez por 755 millones".
Lo curioso es que esto sucede en un momento en que hasta desde las posiciones neoliberales los estados están comprando accionariado de los bancos, es decir, nacionalizando. Medio año antes, Bush anunció la compra de acciones en nueve de los mayores bancos del país por un total de 250.000 millones de dólares. Claro que, entonces, el dueño ya no era el presidente, por eso titulaban EE UU negocia la nacionalización de hasta el 40% de Citigroup (El País 22-2-2009) o EEUU baraja nacionalizar parte de la banca (Público 9-20-2008). No publicaban que Obama negocia la compra o Bush baraja comprar.
El objetivo informativo está claro: evitar la asociación entre Hugo Chávez como legítimo representante de los venezolanos y convertir las decisiones de su gobierno en iniciativas personales y, si es posible, que las audiencias crean que el banco se lo queda Chávez para él.
(*)Pascual Serrano es periodista. Su último libro es "Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo". Tomado de Rebelión
2 comentarios
ALFREDO VIÑA -
SARCO -
En estos días reflexionaba a cerca de las medidas tomadas en Venezuela tendientes a nacionalizar empresas que se consideran estratégicas para el desarrollo del país. Y pensaba justamente en el papel que juegan los monopolios de comunicación (o desinformación)y cómo tergiversan la realidad. Es verdad, no es Chávez sino el Estado Venezolano quien se queda con esas compañías. Si después son mal administradas o vaciadas por el gobierno de turno, y en este caso siendo Chávez el máximo responsable, esa es una discusión de 2do orden. Ahora bien: cómo informan los grandes medios cuando dentro del ámbito privado se producen megafuciones de megaempresas. Ahí publican que tal o cual a hecho un gran avance y que con ese paso dado se consolida su posición en tal mercado y bla bla bla. Nada dicen que en verdad se tratan de canibalismos voraces que arrasan con todo, que en la nueva empresa que surge ya no hay lugar para cientos de empleados porque aplican la "racionalización" para lograr la "sinergias" necesarias para que la nueva compañía sea más eficiente. Y acto seguido se apuesta todo a la bolsa, el valor de las acciones llegan a la estratosfera y al final revientan generando una nueva crisis que o casualidad algún Estado saldrá al rescate. Claro de esto nada publican. También fue patético como los medios locales informaban que "Chávez toma emisora de TV" y en letras chiquitas decían: "se realiza allanamiento en residencia del presidente de la emisora de TV" Ja Ja Ja. O se horrorizan y tildan de antisemita hasta al perro que ose ladrar a un judío, pero aplican la misma táctica que el jefe de propaganda Nazi Joseph Goebbels con sus 11 sgtes. principios:
1- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
4- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5- Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6- Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
7- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9- Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10- Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad
Una aclaración: cualquier similitud con la propaganda política actual, es pura PRO-COINCIDENCIA.