Venezuela: La fuga de Ortega es la punta del iceberg
El tratamiento de una noticia marca con claridad cual es la concepción de clase de quien escribe. Leemos en la prensa internacional que Carlos Ortega secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) junto a los ex coroneles Jesús y Darío Faría y el ex capitán Rafael Faría, se fugaron de la carcel militar de Ramo Verde, el pasado 13 de agosto. La agencia norteamericana AP titulo su despacho: “Carlos Ortega, el líder opositor que logró escapar de las cárceles de Chávez”. Pero nada se informa de la historia de los reos y por qué fueron juzgados condenados y encarcelados.
El antichavismo de Ortega comienza en la campaña electoral de 1998, cuando Hugo Chávez Frías gana su primera elección presidencial. De ahí en más se opuso primero, a la convención constituyente que reformó la constitución. Más tarde a las habilitantes, que se dividian en diversas leyes: de tierras, de mineria, de pesca, de hidrocarburos, de costas o de microfinanzas, entre otras. Cada una de ellas representaban un avance sustancial del pueblo en la defensa de los recursos naturales y de la soberanía. Ortega, fiel a su costumbre, las boicoteó una por una, junto al sector empresarial.
Como se derrumbaba el sistema de alternancia política implementado durante 40 años, la oligarquía pasó a la acción. Y Ortega fue un actor de primera línea. El 11 de abril de 2002 fue un activo participante junto a Fedecámaras (la central patronal), la embajada de Estados Unidos, los medios de comunicación, la Iglesia Católica y un sector minoritario de las fuerzas armadas, del golpe de estado que derrocó por 48 horas al presidente constitucional. Chávez fue rescatado de la cárcel por el pueblo y reasumió el poder.
Luego de la fallida intentona, a fines de ese año comenzó un paro petrolero co-dirigido con los gerentes de PDVSA (Petróleos de Venezuela), con la idea de quebrar la columna vertebral de la economía venezolana. Ese paro duró 25 días, pero recién a los 3 meses se pudo restablecer a pleno la producción, y el costo fue la módica suma de 14.000 millones de dólares.
Es en este contexto que se autoexilia en la embajada de Costa Rica, país que lo admite, pero al año siguiente decide expulsarlo por violar las leyes de asilo. De ahí en más se desconoce su paradero, hasta que regresa clandestinamente a Venezuela y es detenido en un casino de Caracas a principios del 2005. En diciembre pasado fue condenado a 15 años de prisión por el delito de rebelión, por su participación en el paro petrolero.
Por su parte los Faría, fueron encarcelados en marzo de 2004, mientras adiestraban a 140 paramilitares colombianos para realizar atentados y sabotajes en Venezuela.
Es obvio que ninguno de los cuatro es un preso político, ni demócrata convencido, ni defiende los derechos humanos. Y para fugarse no aprovecharon un motín, ni construyeron túneles. Tal fue el grado de complicidad militar, que el Fiscal General, Isaías Rodríguez, apuntó sus investigaciones a los 14 guardias que se encontraban esa noche en el penal.
Esto seguro que no es más que la punta del iceberg. Una avanzada de la oposición interna y los Estados Unidos, que se juegan sus fichas (aunque no las últimas, ni nada que se le parezca) en las próximas elecciones del 3 de diciembre.
Si la oligarquia retoma el control del gobierno, a nadie le quedan dudas de que dará un golpe de timón tanto política como económicamente en Venezuela, borrando de un plumazo todas las conquistas sociales, y los proyectos de desarrollo independiente.
Manuel Rosales, actual gobernador de Zulia, y único candidato opositor a la presidencia, lo dijo con toda claridad: “Vamos por todo y vamos a cobrar”. A confesión de parte, relevo de pruebas.
4 comentarios
cacho -
miguel -
Pablo D. -
http://talcualdigital.com/video_editorial/playerLista.asp
http://www.youtube.com/watch?v=Ltt4oddfDuc
Zenia -
A la petrocracia no le pueden gustar ni un ápice las transformaciones sociales que ocurren en Venezuela.