Crónica por una ausencia presente
Por Hector Arturo
Aquella noche del 31 de julio del 2006, cuando vi que en la pantalla de la TV no apareció Fidel, sino su ayudante Carlitos Valenciaga, sinceramente que se me hizo un nudo en la garganta y se me aguaron los ojos. No me avergüenzo de confesarlo. Se había anunciado una Proclama del Comandante en Jefe y 11 millones de cubanos esperábamos que fuera él en persona, hablándonos de algún tema, no sé cuál, pero que estuviera como siempre.
En todos los hogares se hizo un silencio espontáneo y triste. Fidel nos contaba de su enfermedad, de la intervención quirúrgica, de su lenta recuperación y de su decisión de delegar sus funciones en el General de Ejército Raúl Castro Ruz y otros valiosos compañeros de la dirección del Partido y el Gobierno.
Pensé en lo peor. Como muchos, sabía que ya Fidel estaba próximo a su cumpleaños 80, edad que siempre digo que debemos multiplicar por 10, por lo intensa que ha sido su larga vida de combatiente revolucionario, casi desde que salió de la infancia, y siempre en la primera línea, jamás en la retaguardia, escondido para protegerse, sino enfrentando balas, venenos, amenazas, peligros y agresiones.
Busqué consuelo en algo que él nos ha enseñado: que una Revolución no es creación de un solo hombre, sino obra de todo un pueblo. Pero me repetí aquello que expresaba Abel Santamaría el 26 de Julio de 1953, cuando le insistía a su hermana Haydée y a Melba Hernández en que "Fidel es el que debe vivir…"
Esa noche, la TV repitió varias veces el texto de la Proclama, y poco a poco fui avizorando trazas de ese optimismo que siempre ha caracterizado a Fidel: hay que celebrar la Cumbre de los No Alineados con el máximo de brillantez en la fecha acordada… Mi cumpleaños 80 pido que sea pospuesto para el próximo 2 de diciembre, aniversario 50 del desembargo del Granma…
"No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre por defender estas y otras ideas y medidas que sean necesarias para salvaguardar este proceso histórico.
"El imperialismo jamás podrá aplastar a Cuba".
"La Batalla de Ideas seguirá adelante…"
A las pocas horas, en Miami comenzó un verdadero carnaval, con los más ridículos disfraces y mucho ron y whisky. Los que se dicen cristianos e hijos de Dios, se alegraban de la enfermedad de un ser humano, de un hombre de edad avanzada, y hasta oraban por su rápida muerte, la que no han podido lograr a pesar de haber organizado casi siempre allí más de 600 planes de atentados contra su vida.
Daba rabia y pena ver aquel espectáculo grotesco de fanáticos, los mismos que imploraron al Señor para que cayera el avión que traía a un niño, a su padre y a sus amiguitos de regreso a los suyos, después de haber padecido la orgía macabra de un secuestro diabólico, con fines politiqueros y lucrativos.
Pero poco les duró la fiesta. Parafraseando el añejo refrán: "Los muertos que Miami mata, gozan de buena salud". El Caguairán fue cobrando fuerzas, y ahí está, vivito y coleando, como buen gallo de pelea, siempre al frente de su pueblo y preocupado por los demás pueblos del mundo, que necesitan de un mundo mejor, cuya posibilidad Cuba se ha encargado de demostrar ante los ojos del mundo.
Nada se detuvo y todo siguió en marcha: las tareas educacionales y de salud, nacionales e internacionales; la Revolución Energética, la preparación para la defensa que no es cosa de juego, el ahorro de recursos, la eficiencia en la producción, la disciplina laboral, las competencias deportivas, las sesiones del Parlamento, la lucha por la libertad de los Cinco Héroes Prisioneros del imperio por enfrentarse en sus entrañas al terrorismo y el cumplimiento al pie de la letra de lo orientado por el Comandante en Jefe en su Proclama de hace un año.
Avanza a buen paso la integración latinoamericana mediante el ALBA; cientos de miles de hermanos de Nuestra América han vuelto a ver el vuelo de las aves, la sonrisa de sus hijos y nietos, el verde de sus cumbres y llanuras, el azul del mar y el cielo y los colores de las banderas gracias al milagro de la Operación Milagro.Millones han aprendido a leer y a escribir gracias al método cubano "Yo sí puedo". Miles de médicos y trabajadores cubanos de la salud prestan sus humanitarios servicios, de forma absolutamente gratuita, a los desposeídos de siempre, en otras tierras del mundo.
Se gradúan en universidades cubanas médicos, estomatólogos, entrenadores deportivos y profesores de Educación Física provenientes de decenas de naciones, incluidos algunos de las capas más pobres de Estados Unidos.
El Primer Vicepresidente, General de Ejército Raúl Castro Ruz, acaba de afirmar el pasado 26 de Julio que para alegría de nuestro pueblo, Fidel "ya despliega una actividad cada vez más intensa y sumamente valiosa, como lo demuestran sus Reflexiones publicadas por la prensa, aunque ni en los momentos más graves de su enfermedad dejó de aportar su sabiduría y experiencia ante cada problema y decisión cardinal.
"Han sido en realidad meses muy difíciles, aunque con un efecto diametralmente distinto al que esperaban nuestros enemigos, que soñaban con que se entronizaría el caos y el socialismo cubano terminaría por desplomarse. Incluso importantes funcionarios norteamericanos declararon el propósito de aprovechar dicho escenario para destruir a la Revolución".
Más adelante, Raúl dijo que "la contundente respuesta popular a la Proclama del Comandante en Jefe puso en crisis los planes del enemigo, pero este, lejos de valorar la realidad y rectificar sus errores, insiste tozudamente en seguir chocando con la misma piedra. Especulan acerca de una supuesta parálisis del país y hasta sobre una transición en marcha. Pero por mucho que cierren los ojos, la realidad se encarga de destruir esos sueños trasnochados".
Una vez más, a los yanquis los ha mordido aquello de vivir de ilusiones para morir de desengaño.
Fidel está aquí y va a seguir estando, y su ausencia es presencia militante en cada uno de los 11 millones de cubanos que hemos eliminado de nuestro vocabulario, desde hace muchos años, las palabras rendición, reconciliación y derrota.
Sabemos bien, porque Fidel mismo nos lo dijo, que cada uno de nosotros es "un Comandante en Jefe en potencia", y con él estamos en la primera línea de combate, cara a cara al enemigo, sin perder el sueño, pero siempre con un ojo bien abierto, para que los yanquis no puedan inventar nada.
Casi medio siglo de epopeya debía haberles servido para saber que este es un pueblo con el corazón en medio del pecho y otros órganos vitales en el sitio exacto donde ellos no los tienen.
Hay y habrá Fidel para rato. O como dirían los creyentes: por los siglos de los siglos, con o sin amén, porque ha sabido multiplicarse en millones que lo seguimos hacia donde sea, como sea y para lo que sea, convencidos de que los yanquis ni sus corifeos "no tendrán jamás a Cuba".
(*) tomado de www.viejoblues.com/bitacora
Ndr: Esta nota va como un pequeño homenaje a Fidel es un 81º aniversario. FelízCumple, Comandante!
4 comentarios
SARCO -
Seguro que cumplirá muchos más.
Hasta la victoria siempre
Mirta -
Tambien deseo expresar mi felicitacion a un año de la apertura del blog.
Zenia -
cacho -