A LOS ASESINOS, LA CARCEL YA!
El ex capellán de la Policía Bonaerense Christián von Wernich, fue condenado a reclusión perpetua por 7 homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegítimas de la libertad. El veredicto incluyó el delito de genocidio.
Durante los tres meses que duró el juicio, cientos de testigos reconocieron al sacerdote como participe activo en los interrogatorios y en las sesiones de tortura. Tratando de quebrar psicológicamente a los detenidos a efectos de que den información, delaten a sus compañeros y amigos o que se hicieran cargos de delitos que no habían cometido, con la promesa de recuperar su libertad. Hasta el día de hoy la Iglesia mantuvo silencio sobre la conducta de von Wernich. Es más, nunca dejó de pertenecer a la institución. ¿Se hubieran animado los militares y policías a cometer un genocidio de esta magnitud sin la palabra tranquilizadora de un sacerdote, sin los consejos de un capellán, o la participación activa del Episcopado en cuestiones de Estado? Seguro que no. Nunca un represor fue excolmulgado.
En las puertas del tribunal se vivió una fiesta luego del fallo y Hebe de Bonafini expresó: "Las Madres estamos muy conmocionadas, se hizo justicia y esperamos más justicia".
1 comentario
Mirta -