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THE OMAR HERALD

El regreso de los Muertos Vivos

El regreso de los Muertos Vivos

Ese es el título de una película que se estrenó a mediados de los años 80. Una efectiva combinación de humor y horror. Eso es lo que despierta la reunión de Jorge Sobish, gobernador de Neuquén y asesino del maestro Carlos Fuentealba; Carlos Menem, ex presidente de la Nación y entre otras cuitas rematador del patrimonio nacional, indultador de militares geneocidas, ejecutor de las relaciones carnales con el Imperio, y paro aquí por que no me alcanzaría la tinta para describir a este siniestro personaje; y Adolfo Rodríguez Saa, ex presidente de la Nación (durante 7 días, en el dantesco 2001) quien a modo de presentación podemos mencionar que al llegar a la gobernación de la provincia de San Luis, en 1983, contaba con un patrimonio de un auto modelo 1974, y actualmente vive en una mansión valuada en 18 millones de dólares. 

Esa reunión realizada el jueves 12 en el centro de Buenos Aires, es la continuación del autodenominado Congreso Nacional Justicialista (peronista) que se realizó el 6 de julio en la provincia de San Luis. Los une no sólo el estar enfrentados con el matrimonio Kirchner, sino que después del triunfo del empresario fascista Mauricio Macri en las elecciones de Capital Federal, ven una oportunidad cierta de volver a dirigir los destinos del país. El 28 de octubre son las presidenciales y ninguno de los aspirantes anotados hasta ahora parece acercársele en las encuestas a la candidata oficialista Cristina Kirchner.  

En este proyecto ellos no están sólos. Los acompañan toda la derecha fascista que apoyó a la dictadura militar de 1976/83, represores como el ex comisario Luis Patti, periodistas “independientes” a sueldo del Imperio como Mariano Grondona, Bernardo Neustadt, y Joaquin Morales Solá, y ex gobernadores, ex diputados, y ex intendentes que han quedado fuera del aparato estatal y por supuesto el Departamento de Estado. 

Para Estados Unidos, el matrimonio Kirchner no es un enemigo ideológico, ni político ni militar. Simplemente que la crisis global del capitalismo necesita de virreyes que apliquen sus políticas económicas a rajatabla (como Uribe en Colombia o Calderón en México), que no simpaticen ni hagan alianzas (aunque sean coyunturales) con Hugo Chávez o Evo Morales, y que se encolumnen sin alzar la voz en los fueros internacionales (condenando a Cuba, por ejemplo) o en las campañas militares de medio Oriente.  

El pequeño problema que tiene este grupo de innombrables es el desprestigio de todos ellos. No pueden encontrar un sólo candidato que no haya pasado por la justicia. Menem fue uno de los virreyes más consecuentes del Imperio, pero a esta altura del siglo XXI, es el político con peor imagen del país, aunque él por su condición de geronte no se de cuenta, ni los obsecuentes que están a su alrededor se lo digan.  

Por supuesto que el peor enemigo del gobierno, es el gobierno mismo. Con crisis energéticas que derivan en cortes de gas y electricidad, falta de combustibles líquidos, suba de precios y casos puntuales de corrupción en su gabinete, siguen barriendo la basura debajo de la alfombra. Como si necesitaran llegar a Octubre de cualquier manera. Como si los indicadores macroeconómicos fueran solamente los que se plebiscitaran.  

La elección en la Ciudad de Buenos Aires fue una señal. Este no es un gobierno revolucionario, ni nada que se le parezca, pero debe entender que no sólo es su función acumular divisas en el Banco Central. Deberá cambiar el rumbo económico, hacer reformas estructurales y denunciar todo hecho de corrupción, si quiere renovar el mandato y terminar definitivamente con “los muertos vivos”.  

4 comentarios

ricardo -

como me gustaria tenerlos en una camara de gas con el control en la mano aver si asi pagan algo de todo el daño que hicieron a tanta gente en este vendito pais

Mirta -

Están vivos porque no han muerto pero estan muertos como posibles dirigentes porque están vivos en nuestra memoria.

SARCO -

LAS TRES FLORES DE LA COSTA
Ahí están...como si nada hubiera pasado. Lo más triste es que hay sectores de nuestra sociedad que así ven la realidad. Se olvidan de los siniestros gobernantes que han elegido. Será que se termina cumpliendo eso de que "Cada pueblo tiene el gobierno que se merece?". Tal vez haya parte de éste pueblo que se lo meresca; pero no yó, ni mi familia, ni mis comapñeros y amigos, quie desean y pienzan un país distinto. Ese país solo llegará el día que estemos dispuestos a dar un paso adelante y ariesgarnos a cambiar en serio.

Rosa -

Menudo reto. Ojalá solo sea una amenaza.